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Testimonios
Te acompañamos a vivir una experiencia inolvidable. Quienes pasan por ella obtienen el aprendizaje para cambiar algo o para ejercitar la paciencia y la tolerancia hacia lo desconocido o lo que no les gusta o no elegirían para el resto de sus vidas.
Además, internacionalizás tu currículum, aprendés otros idiomas, hacés amigos de todas partes del mundo, vivís desde adentro otras culturas.
Si sos papá, te ofrecemos nuestro total compromiso, la seguridad y la tranquilidad de acompañarte en esta gran decisión de brindarle un mejor futuro laboral a tus hijos.
Conocé los testimonios:
Franco Berbetti
Alumno
«Es una muy buena experiencia para poder hacer nuevos amigos de otras partes del mundo, para experimentar cosas nuevas, y sobre todo, para practicar el inglés. Este viaje también te permite experimentar ser independiente, ya que no hay nadie atrás tuyo y la mayoría de las cosas las tenés que hacer vos, sea averiguar por actividades después del colegio, para excursiones, etc.».
Catalina Ramos Panzeri
Alumno
«Comencé drama porque quería expandir mi vocabulario, así como tratar de superar el incómodo miedo y la vergüenza de hacer nuevos amigos y conocer gente nueva. Quería aprender sobre diferentes personalidades. Todavía no he hecho una obra de teatro, pero estamos haciendo escenas cortas y ¡me encanta! ¡Es realmente divertido!»
Martina Gamba
Alumno
«La posibilidad de hacer un curso para perfeccionar mi inglés surgió a partir de estar próxima a cumplir 15 años. Elegí Nueva Zelanda porque me atraía el país y su cultura y porque lo iba a realizar durante el verano.
Una vez que estás allá, si bien al principio uno siente algunos temores, éstos se van resolviendo con el correr de los días ya que la gente es muy amable. La experiencia de vivir con una familia fue muy agradable. Mi host mom rusa y mi host dad kiwi, con lo cual también aprendí costumbres de ambas culturas.
En cuanto al colegio en donde realicé el curso, todos tratan de que podamos comunicarnos, lo cual hace que aumente la fluidez de tu inglés, ya sea para hablar o escuchar. Me hice amigos de Japón, Brasil, Nueva Caledonia, Tahití, Suiza, etc. y también de chicas argentinas con los cuales compartíamos las actividades del colegio, pero además recorríamos la ciudad.
Califico este viaje como maravilloso, lo repetiría mil veces. Quiero destacar a @passportidiomas y a todo su equipo en 100%, ya que te preparan y guían antes y durante el viaje, lo cual te ayuda muchísimo»
Francisco Lopez Fabre
Alumno
"Fue una experiencia llena de aprendizaje y diversión! Nueva Zelanda es un país hermoso con paisajes muy diversos y personas geniales que nunca voy a olvidar. El convivir con gente de distintas partes del mundo me hizo ver lo lindo que es nuestro país y me abrió la mente para conocer otras culturas y formas de pensar."
Carolina Gazquez
Alumna
«Hacer un intercambio nunca estuvo en mis planes. Sí había fantaseado con lo bueno que sería pero hasta el último momento, antes de partir, siempre me pareció casi imposible.
Siempre había querido conocer diferentes culturas pero no como turista, sino desde adentro. También me quería probar y ver que resultaba de mi persona cuando estuviera por mi cuenta en un lugar totalmente desconocido.
Siempre le tuve terror a los papeles del aeropuerto ✈ ese tipo de inseguridades que creo a todo el mundo le aparece en la cabeza a la hora de viajar por primera vez solo. De ahí te puedo decir, es muchísimo más fácil de lo que parece.
El otro pensamiento negativo que siempre tuve presente fue ¿Y si la paso mal o no logro estar con gente con la que congenio? ó ¿Qué pasa si no entiendo el idioma y paso vergüenza?. Cuando llegué al colegio después de estar 5 días prácticamente sola en Nueva Zelanda, descubrí que había 90 personas que estaban en la misma que yo con mi misma inseguridad, ansiedad, felicidad y hasta desorientación. No tardás mucho en hacerte un buen amigo. Hay que abrir un rato la cabeza que a veces tan cerrada y cómoda está. Animarse a tomar lo que el otro tiene para dar. Y lo del idioma, no hay que preocuparse, el colegio tiene un curso por si no sabés mucho y sí o sí salís hablando de por sí por una necesidad de comunicarte.
Mi experiencia fue extremadamente bella. Si tuviese la oportunidad de hacerla de nuevo la haría sin duda»
María Guadalupe Filgueira
Alumna
«Esta experiencia está siendo una de las cosas más hermosas que me pasaron. Conozco lugares más que increíbles, me lleno del amor de personas de todo el mundo, mi rutina es dinámica, cosa que me fascina y mi host family es súper amorosa. Crezco día a día en mi forma de pensar y actuar frente a diferentes desafíos. Viajar, como todos saben, te abre la cabeza y cambia mucho. Es una oportunidad que si la tienen no hay que pensarla dos veces para vivirla»
Constanza Iglesias
Alumna
«Mi nombre es Constanza Iglesias y durante mi adolescencia siempre tuve una idea de hacer un intercambio o viajar a cualquier país en el que se hable inglés a fin de perfeccionar este idioma, el cual venía aprendiendo desde los 7 años. Recién en 2018 me encontraba suficientemente madura para emprender tal experiencia y en 2017 fue cuando surgió esta oportunidad que cambió mi vida.
Antes de viajar no tuve tantos miedos ya que pensaba que “iba a ser lo que tenía que ser”. Sin embargo a veces me preguntaba qué pasaría si no tenía buena relación con la familia que me tocaba, o si al llegar a la escuela no hacía amigos y pasaba todo el intercambio sola. La verdad que ese no fue el caso ya que desde el primer día conocí personas super interesantes y abiertas a generar vínculos.
Otra situación que me genero un poquito de miedo fue el hecho de que al principio no tenía celular por cambio de chip y me sentía un poco incomunicada, pero todos pasamos por lo mismo al principio y recomiendo conservar la calma ya que a los 3 días de llegar a Auckland mi host mother me acompañó a buscar uno nuevo y todos esos problemas se desvanecieron. Una vez con mi celular habilitado de nuevo recuerdo haber llamado a mis papás por WhatsApp con muchísimo entusiasmo y adrenalina por el lugar en el que estaba viviendo. Esa sensación perduró por los 3 meses que estuve allí.
Si quisiera contar lo que viví en esa experiencia no terminaría nunca más de escribir, además creo que todo el mundo toma decisiones distintas en cómo invertir su tiempo allá. Lo que yo hice fue estar abierta a todo plan que propusieran y no quedarme quieta ni un segundo. Sin embargo hay personas que se quedan más tiempo y prefieren tomar con calma este viaje y realizar las actividades a otro ritmo.
Lo que más me hizo crecer fue el hecho de tener que adaptarme a otra cultura y a otro sistema educativo, que hasta el día de hoy envidio. El hecho de cursar materias como cocina, danza y “health” fue un sueño hecho realidad y algo que nunca hubiese podido vivir en Argentina. Además el horario era muy práctico ya que salía a las 15:20, lo que nos daba tiempo a mí y a mis amigos para ir a la playa, generalmente Browns Bay.
A la semana de haber llegado a Auckland ya sentía a mis nuevos amigos como mi familia, ya que hacíamos todo juntos, y a Rangi como mi verdadero colegio, lo que hizo muy triste y nostálgica la despedida.
Yo creo que el viaje sigue cuando volvés de Nueva Zelanda porque vivís una historia que cambia tu punto de vista, te saca toda esa timidez e inhibición que uno tiene en su país natal, ya que estando allá solo tenés momentos que ganar, y al recordar todos los lugares y playas que visitaste te dan aún más ganas de seguir viajando y experimentando.
Lo recomendaría mil veces sobre cualquier viaje familiar, ya que ese sentimiento de libertad e independencia no se compara con nada. Además esto fue posible porque tanto el colegio de allá como la empresa me hizo sentir contenida y segura si algo me llegaba a pasar»
Isaías Ramirez
Alumno
«Este viaje al principio para mí fue inesperado porque nunca lo planeé. Al decirme mis padres que había posibilidades de hacerlo me entusiasmé por viajar a un lugar único. Yo todos los días pensaba en el viaje aun faltando más de un año. Después se bajó la ansiedad pero aún pensaba en él. Al faltar una semana me ponía nervioso por cómo iba a ser. El mismo día de irme a Buenos Aires, por la mañana daba vueltas sin saber qué hacer, hasta que me dicen «preparate para ir al aeropuerto de Córdoba». Al estar en el aeropuerto sentía escalofríos.
Al viajar a Buenos Aires y a Londres estaba tranquilo, al llegar pensé «wow estoy en el lugar que tanto esperé». Después me sentí mal por no poder comunicarme con mi familia. También una chica del otro grupo de Córdoba me enseñó cómo conectarme a Internet por el celular, de ahí tuve el constante apoyo de mi familia que me hizo poder superar el desafío. Después disfruté la experiencia, los amigos que hice, el paisaje y el lugar.
Cuando volví a Córdoba y vi a mis padres me emocioné y no me separé de ellos hasta el estacionamiento»
Lucas Giménez Monforte
Alumno
Tenía muchos nervios de cómo iba a ser la familia y las personas. Además no sabía qué hacer en algunos casos del aeropuerto pero hay que vencer los miedos y relajarte ya que Nueva Zelanda te trata muy bien.
Personalmente creo que fue lo mejor que hice en mi vida, conocí gente nueva, mejoré mi inglés, aprendí a ser independiente y maduro. Me abrió la mente. Y mi manera de pensar, es increíble ese lugar. La gente muy amable, carismática y educada. Los lugares son muy lindos, en especial las playas e islas.
Creo que vivir en la casa de una familia es muy importante para aprender a convivir con gente de diferentes culturas y ser más responsable.
No me costó nada adaptarme, a pesar de que es un nuevo estilo de vida, me sentí como al primer día.
Creo que Rangitoto College es una escuela con un nivel educativo muy alto y muy bien mantenido. Los profesores allí realmente aman dar clases. Viven la educación como se debería vivir y saben transmitir los conocimientos a los chicos.
Me costó hacer amigos el primer día ya que estaba muy perdido con el mapa del colegio (te lo dan ya que es muy grande la institución y necesitás ubicar tus clases) y también a mis nervios de gente nueva. Pero después de unos días me sentí como si fuese mi colegio de Argentina. Las materias me encantaron ya que elegí lo que quería y había gente muy sociable así que me adapté rapidísimo.
Me sentí cómodo ya que te tratan como uno más y no como extranjero.
Me encantó la cultura de allí, muy diferente su manera de vivir, son personas muy honestas y amables. Y al conocer cómo vivían los Maorís fue increíble, muy lindo.
El país creo que es muy lindo, realmente limpio, ordenado, y las personas los cuidan. Tiene el sky tower que es hermoso y tiene una vista extraordinaria. Pero también Nueva Zelanda presenta lugares naturales que me asombraron. Como sus islas, y playas. También presenta lugares con lagos y restos de azufre que emanan humo. Creo que tiene una naturaleza bellísima.
Me ofreció desafíos conmigo mismo y vencerlos. También me ofreció nuevos amigos, amistades y comprensión por los demás.
Me ayudó a madurar, desarrollar mi capacidad de relacionarme con los demás. Ser menos tímido y más independiente
Me quedo con que volvería 100 veces al mismo lugar para darles un abrazo a cada persona que conocí allí. Me quedo feliz aunque insatisfecho por ir 3 meses y no más.
Volvería 1000 veces.
Rocío Pérez
Alumno
En medio de las calurosas temperaturas del verano cordobés, me fui a la lluvia, a la nieve y al frio de Vancouver, British Columbia, Canadá. Durante el curso de inglés y mi estadía me fasciné con esta ciudad. Desde el 7 de enero hasta el 3 de febrero duró una experiencia que hasta el día de hoy persiste en mi memoria. Una experiencia infinita.
En Vancouver, estuve completamente sola. Desde el momento en el que pisé el aeropuerto de Córdoba hasta cuando llegué, estuve sola. Aun así, no me di cuenta de lo importante de este viaje hasta que terminó. Con cada nueva experiencia, mi mundo se abría. El hecho de estar sola, me hizo darme cuenta de que soy más capaz de lo que creía y de que mi propio miedo me limita diariamente.
Hasta el día de hoy, sigo cuestionándome por qué no me sentía sola aunque estuviera a miles de kilómetros de mi hogar. Creo que hay dos hogares, el físico y el metafísico. Mi hogar físico, el entorno en el que viví desde que nací, estaba muy lejos. Pero no estaba sola, metafísicamente hablando. Mis amigos, mi familia, la música que escuché, lo que leí, mis sueños, mis risas y mis llantos; todo lo que viví estaba conmigo. Como si lo que me llenó el corazón en su momento, siguiera ahí. Aun así, tuve miedo. Miedo al rechazo y al ridículo. También sentí amor, felicidad y aprendí un montón. Conocí a personas y fui a lugares que nunca voy a olvidar, que me llenaron el corazón en su momento, y que siguen ahí.
Julieta Barrios
Alumno
Me llamo Julieta Barrios, tengo 15 años y soy de Buenos Aires. Me fui a Nueva Zelanda a fines de Enero 2019 para estudiar en Rangitoto College por un mes y medio.
El inglés siempre fue parte de mí, ya que lo practico desde que me acuerdo. Puedo decir que se convirtió en mi materia favorita. Toda mi vida quise hacer algún intercambio o irme a estudiar a algún país en mi adolescencia. Y estoy muy agradecida de que lo pude hacer.
Fue así que con mi mamá empecé a buscar colegios u otras opciones similares en otros países. Así fue cuando encontré PASSPORT. Esta empresa me ayudo y encontré mi destino final, Nueva Zelanda, país que nunca pensé que visitaría. Pero con mucha certeza puedo decir que fue la mejor opción que pude haber tomado.
Antes de viajar yo estaba muy nerviosa. Quizá por el hecho de que iba a ser la más chica, o que me iba a costar sociabilizar. Pero siempre muy ansiosa de las cosas buenas que iba a poder aprender y conocer allá.
Cuando llegué y empecé a ir al colegio y a conocer de a poco Auckland o North Shore, quede tan enamorada e impactada. No podía creerlo. Es tan hermoso, el colegio, las calles, la naturaleza, las playas, la variedad de cosas que se pueden hacer, la seguridad y más que nada, la gente.
Conocí desde el primer día a personas increíblemente buenas y me pude abrir tan rápido con ellos. Adaptarme no me costó para nada. A pesar de que éramos de diferentes países como Chile, Paraguay, Italia, Egipto, Sudáfrica, Colombia, etc… todos compartíamos el mismo interés. Browns Bay era nuestra casa. Todos los días, salía del colegio con un par de amigos y nos tomábamos el bus ahí y nos quedábamos mateando en la playa, hablando de cosas muy flasheras.
Si tuviese que contar todo lo que pasé, viví o mismo lloré con ellos, esto no terminaría. Lo más triste creo que fue el tema de ver como algunos se iban de a poco, y tenías que darles un último abrazo. O cuando yo me fui. (En mi último día, mi remera era agua más o menos) Son esas cosas de las que no te olvidas.
Rangi es un colegio muy estricto pero del cual te llevas una muy buena educación. Tener la chance de poder elegir tus propias materias es algo muy bueno. Los profesores son muy claros y quieren que vos cumplas tus metas.
Vivir en casa de familia me encantó, ya que pude vivir con gente de allá que me enseñaba muchas cosas todos los días.
Puedo decir que al ser chica, esta experiencia me ayudó a volverme mucho más madura, más independiente, y me hizo dar cuenta, cuanto hay que disfrutar de la vida y de sus oportunidades. También puedo agregar, que el viaje, me hizo cambiar de visión al mundo y cuanto hay que cuidarlo.
Lo recomiendo al 100% y volvería mil veces más. Sé que esto no termina acá. Nueva Zelanda me abrió una puerta a un mundo lleno de oportunidades, que próximamente espero contar. No tengas miedo y mandate nomás!